Ellos se profesaban una química bestial, nunca estudiada en los colegios por los sabios.El mínimo indicio de contacto visual desencadenaba oleadas de ruido y divergencias.
Qué podían hacer con tanta magia incandescente,
quién podía imaginar que la vida era tan bella.
Cuentan los viejos proverbios que la chica era poeta,
y en las fotografías de su corazón solo se veían luces, norias gigantes, y fuegos artificiales.
Y esto era la vida.
Quién se lo diría.
Ella dibujó una promesa en su espalda,
y sabiendo más que nadie
le tendió todo un futuro de sonrisas y color.
En esta fría ciudad gris, ya nunca hace frío... =)
increible, verdaderemente increible
ResponderEliminarque preciosidad de comparaciones!
ResponderEliminarY la fría ciudad gris... Ya no parecía tan gris. Tocarse significaba una explosión de colores en las pupilas ciegas, ciegas de tanta luz.
ResponderEliminarUn beso
¡Qué lindo! Besos.
ResponderEliminaryo dibuje cientos de promesas en toda su piel..
ResponderEliminarNorias gigantes, luces, y fuegos artificiales,
ResponderEliminarcon promesas
en espaldas, como si de un tatuaje de letras chinas se tratase.
A quién no le gustaría empezar a vivir de esa manera,
porque ya me dirás que hará sino entre tanta fotografía, química y poesía.
=)
tienes un regalito en mi blog, muak^^
ResponderEliminarEsto respira brillo, respira luz, respira los fuegos de artificio de los que hablas! Tus últimos post lo hacen...que siga contigo la musa durante mucho tiempo, que te hace brillar de tal manera...
ResponderEliminarFRESKETE!!!! jajajajja =) =) =) =)
ResponderEliminarjajajajaja =)
ResponderEliminarque tonto =P