Poemas a corazón abierto, para que sonrías, mi amor .

Después me calmaba y respiraba.
Pensaba que mi pequeña excentricidad de artista que tan loca me volvía en ocasiones era lo que en relaidad me había llevado a encontrármele aquel jueves,
y aquello era increíble.

Pensaba que si cerraba muy fuerte los ojos podía notar sus manos acariciando a gritos mi cuello, rozándome sólo con su respiración, y con los ojos bien cerrados, le oía cantarme por las noches, con su mano en el éxtasis, y su cuerpo entumecido, deseoso, esperando.

Sentía que era suya y mío él
con todos sus anclajes desanclados,
con todo lo incierto de su nombre recorriéndome en susurros por la espalda,
con esos ojos oscuros escrutando cada resquicio de mi mente desquiciada pidiéndole a bocados de corazón cobarde disfrazado de luces de neón.

Pensaba que ser poeta era una traba en nuestro mundo de ilusión, que el cielo comenzaba cuando se quitaba el pantalón, y que la noche era joven y era nuestra, y que algún día le sacaría el suspiro más enorme que ha experimentado ninguna cama de cristal.

y sabía que era suya, y mío él,
y que nuestras manos caminaban juntas en silencio,
y me besaba la mano,
y yo era suya y mío él.

Todo brillaba como en una avalancha,
y la sensación más bella se la dibujé con un susurro el día que nos conocimos,
cuando mi corazón dio un vuelco y sentenció

que yo era suya y mío el,
y de repente las canciones cobraron sentido.

Y es que,
se me encoje el corazón si no te besa el alma a parpadeos.
Ni recibe tus llamadas extrañas y hablamos de tonterías hasta cansarnos de no poder reír más, y con solo cinco minutos más de charla, enamorarnos hasta las trancas y escrutar el fin. O principio. Y la nada o el todo. Te quiero y eso no es un hecho, es la pura realidad. Mi decisión mi anclaje, mi cura, mi alianza, mi vida.

El principio del resto de nuestros latidos,
porque en tus ojos se escribía aquel día,
mientras me mirabas de reojo con el teléfono en las manos,

que yo era tuya, y mío tú.

Que lo sabe el viento que nos une, como signos de aire viajando entre tormentas eléctricas.