
Sunny tardó diez segundos en reaccionar.
Su hermana Alyson la miraba desde una sillita del comedor.
Sunny caminaba en círculos concéntricos hasta que pasados diez segundos miró a su hermana y le dijo:
-Me voy a la cocina. Voy a poner a freír mi corazón con patatas. Después nos le comemos y así no podrá dolerme nunca más, ¿Vale?
Las lágrimas habían empezado a taladrarle el rostro, pero una pequeña sonrisa dulce se dibujaba en su rostro, seguramente estuviera recordando las últimas palabras que William le dijo, o ese abrazo.
Alyson, paralizada de ver a su hermana como nunca antes la había visto, saltó de su posición para abalanzarse a ella, reposó su cabeza en su hombro, y la dejó llorar ahí todo lo que quiso, despacio, pero subiendo poco a poco más su voz, como si de un hermoso grito ahogado se tratase.
~ Y en la escuela de la vida, no se puede repetir...
y sin embargo, a veces, no dejamos de repetir una y otra vez, la misma historia...
ResponderEliminarPobre Sunny. ¿William no se da cuenta de lo que está haciendo?
ResponderEliminarUn Beso :)
Puro sentimiento. Muy bueno. Besos.
ResponderEliminarhttp://www.fotolog.com/mermme/87305686
ResponderEliminarLa foto es de aquí!