Y quizá me encierre a vivir contigo, debajo del edredón.

(:

martes, 19 de mayo de 2009

De Romeos sin remedio...

Charlie. *

-No recuerdo muy bien que hora era, pero esa mañana nos levantamos pronto.
Katie dio un respingo y salió precipitadamente de la cama, poniéndose de un brinco mis zapatillas de estar por casa.
Se dio la vuelta y me miró feliz, como una niña.

"-Voy a darme una ducha. ¡Espero que me hagas tostadas con mermelada!"

Y se marchó de mi cuarto, luciendo su mejor sonrisa.

Hacía ya dos meses desde que empezamos ese juego tonto en el que ella me quiere y yo me dejo querer.
Aún sigue pareciéndome cruel por mi parte, tenerla así, enamorada,
y sin esperanza.

Pero Katie tiene una capacidad sorprendente de disfrutar cada momento que pasa conmigo con una ferocidad sin medidas. Eso le gusta decirme.

-Qué sincera.

-Siempre.

Me puse a calentar la leche para el café y recordé que a ella no le gusta, entonces para compensar pensé en dejar que se comiese mi tostada también.
Disfruté imaginándola intentando en vano tomarse el café, y mirándome con esa carita tan graciosa que pone cuando se enfada, y de pronto me vino a la cabeza hacerle sonreír a besos.

Ese fue el comienzo de una serie de pensamientos extraños que tuve esa mañana.

-¿Ah sí? ¿Cómo cuales?

-Espera. No seas impaciente. ¿Por dónde íbamos? Ah sí, ya recuerdo...

Katie tardaba demasiado y el desayuno se enfriaba cada vez más, así que fui a buscarla...

No sé si fue por el sonido de las gotas de agua cayéndole por su cuerpo, deslizándose por sus hombros y recorriéndo a paso lento su clavícula. Pero algo me hizo desconectar del mundo por un segundo.
Ya sabes, como un "clic". Una interferencia en la emisión de las ondas.

-Tú siempre tan tecnológico...

-El caso es que me fijé en las gotas cayendo por su espalda y tuve celos. Sí, celos de ellas, por estar tocando ese cuerpo.
Ella no me vio, estaba de espaldas, cantándo con esa preciosa voz que tiene, y entonces me fijé en sus manos recorriéndo con la esponja su cintura, y después sus piernas... Y me imaginé a mí haciendole lo mismo, pero no solo un rato, sino toda la vida.

-Ya era hora, Charlie. Estaba empezando a pensar que eres el único Romeo que necesitó gafas para distinguir a su Julieta.

9 comentarios:

  1. Creo que ya voy entendiendo la historia... me gusta. Finalmente, Romeo reconoció a su Julieta, solo que necesitó tiempo.

    Me gusta ella, parece tan dulce e inocente... es un buen personaje, además cada uno de ellos es único, son tan diferentes...
    Gracias.

    V

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  2. Odio a charlie..personalmente adoro a jake.. está siempre cuando tiene que estar, donde debe y diciendo lo que katie necesita oir..y sin embargo en mi opinion charlies extremandamente...inoportuno
    hahaha
    pero igualmente la historia es genial

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  3. Pues yo reconocería a mi Julieta con los ojos cerrados... pero coincido con Romeo en algo: yo también me pondría celoso de esas gotas de agua...

    Besos acuáticos.

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  4. me encanta...
    a veces es tan dificil que una persona se de cuenta de quien es su Julieta que parece que nunca lo va a ver.
    pero al final todos tenemos un alma gemela, una media naranja o como quieras llamarlo.

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  5. si es quien creo que es en madrid centro
    espero que realmente sea el, porque a veces me canso de tantos "diferentes"

    en nueva york? pff...el amor ha distancia es super sufrido...yo tuve uno "diferente" en londres... y otro, que no esta tan lejos pero que solo le vi dos veces, en guadalajara...

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  6. a menudo hay muchos romeos ciegos, y alguna que otra julieta también.

    sensacional, como de costumbre :)
    un besazo!

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  7. agradable historia, me encanta la forma que tienes de narrar.
    cuidate^`

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  8. Hacia ya dos meses en el empezamos ese juego tonto en el que ella me quiere y yo me dejo querer.
    Aun sigue pareciendome cruel por mi parte, tenerla así, enamorada, y sin esperanza.

    Es un juego cruél, que tristemente ocurre mas de lo que creemos.

    Menos mal que Romeo se dió cuenta de quien era su Julieta, aunque le hiciera falta gafas.

    Me gusta como escribes cielo.
    Un besito.

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  9. y hay tanto espacio en su corazón que cuando buscó otro estratega terminó emboscado en un abrazo..
    me gustó mucho :)

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