Y quizá me encierre a vivir contigo, debajo del edredón.

(:

jueves, 10 de septiembre de 2009

Sácate la amapola del bolsillo izquierdo.

Y luego está esa parte de mi que, (no sé muy bien que le has hecho) pero le encantas, que no deja de decirme que deje los caramelos de limón y meriende tus sonrisas.
Que son más dulces.

Pero qué pena que no queden rosas rojas en mi jardín.
Se está haciendo tarde y está oscureciendo.
Y la luna, esa jodida luna gris, que me mira y que no deja de brillar.

Que cualquier día sé que te cuelas, que vienes de intruso a mi jardín.
Que cualquier día, el menos pensado, me despiertas y me invitas a bailar.


~ Con una o dos copas de más, quizás...
Un par de amapolas azules, una en tu bolsillo izquierdo del bakero.
Otra en la pared blanca de la entrada.
Y entre medias, yo.

( Y estas tremendas ganas de merendar(te)

5 comentarios:

  1. Sucede, ¿verdad?

    De repente te pones a pensar en una persona y te das cuenta que tienes ganas de ella.

    Si sucede la magia y aparece en ese momento, seguro te la meriendas.

    Otras veces, cuando os encontrais ya ha pasado el efecto.

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  2. Meriéndatelo, Julieta! Con el estómago lleno siempre es más fácil sonreír :)

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  3. barriga llena, corazon contento
    MERIENDA JULIETA!

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