
Que son más dulces.
Pero qué pena que no queden rosas rojas en mi jardín.
Se está haciendo tarde y está oscureciendo.
Y la luna, esa jodida luna gris, que me mira y que no deja de brillar.
Que cualquier día sé que te cuelas, que vienes de intruso a mi jardín.
Que cualquier día, el menos pensado, me despiertas y me invitas a bailar.
~ Con una o dos copas de más, quizás...
Un par de amapolas azules, una en tu bolsillo izquierdo del bakero.
Otra en la pared blanca de la entrada.
Y entre medias, yo.
( Y estas tremendas ganas de merendar(te)
Sucede, ¿verdad?
ResponderEliminarDe repente te pones a pensar en una persona y te das cuenta que tienes ganas de ella.
Si sucede la magia y aparece en ese momento, seguro te la meriendas.
Otras veces, cuando os encontrais ya ha pasado el efecto.
Meriéndatelo, Julieta! Con el estómago lleno siempre es más fácil sonreír :)
ResponderEliminaryo tb tengo hambre de él.
ResponderEliminarNo me gusta ayunar
barriga llena, corazon contento
ResponderEliminarMERIENDA JULIETA!
Merienda :) ¡Muás!
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