Y quizá me encierre a vivir contigo, debajo del edredón.

(:

domingo, 23 de agosto de 2009

Diario de mis princesas rotas. Charlie Wallace.

Una figura no demasiado alta se acercaba despacio haciendo sonar la madera vieja con sus pies descalzos. Era una niña.
No, ya no lo era. Ahora era una mujer.

Retrocedí unos pasos buscando una sombra que me permitiera escrutar la figura que se dirigía hacia mí. Cual fue mi sorpresa. La pequeña Katie Daniels, no tan pequeña a sus diecisiete años.
La delicada tela del camisón de noche no logró esconder las incipientes curvas de su cuerpo, detalle que no se le escapó a mis ávidos y rápidos ojos expertos.

La ninfa que tenía ante mí bostezó quejosamente alzándo sus ojos llorosos, sin presenciar como los míos taladraban su dulzura contaminando su inocencia.
La ninfa que tenía ante mí deslizó una mano suavemente por su cabello teñido de dorado brillante por la luz del sol que entraba al este del porche, y sus labios eran del color de las flores del rosal, que creía recordar, aún se mantenían vivas en la parte trasera de la pequeña casa de mi vecinita Katie.

-¿Quién eres? -Preguntó esa voz, que aún conservaba matices de lo que fue hacía cinco años. Y la luz del día, caprichosa, me cegó un segundo y al recuperar la vista me encontré bañado por la curiosidad de una mirada color miel. -Si buscas a mi primo Dean ha salido a recibir a un amigo nuestro... que llegaba hoy...

Sonreí socarronamente.

-No has cambiado nada, enana despistada y torpe.

No me había percatado del café humeante de su mano derecha, hasta que este cayó propinando un grave golpe a la desgastada madera del porche que crujió haciendo un ruido sordo acompañándo al grito de Katie.

-¡Charlie! -No dijo nada más y todo desapareció tras su cálida sonrisa, sus mejillas sonrojadas y la debilidad de su abrazo en un intento por aplastarme mientras las lágrimas caían como perlas hasta morir en mi camisa azúl polar.

Hoy todo eso se quedaba anticuado a la sombra de lo que fue la mayor de las amistades que un niño de diez años y una niña de cinco pudieron albergar en algún tiempo, y como ese débil te quiero a la luz de la luna de Agosto turbó su sincero deseo de convertirme en su príncipe de cuento de hadas, para acabar siendo solo su príncipe de fin de semana que tanto daño le causa.

Hoy viéndola dormir en mi cama, como un ángel escondido tras su máscara sonriente, deseando que algún día la despierte con las dos palabras que tanto ansía oír, solo puedo asquearme de mi mismo y de mis enfermos placeres.

Ella no tiene ni idea de que este Domingo no será como los demás.
Tengo dos entradas para el parque de atracciones y sólo un billete a Nueva Orleans.

-Lo siento enana, no puedo ser tu príncipe,
no soy lo que esperabas...

Y acaricio sus rizos rubios mientras mi susurro queda ahogado por el canto de los pájaros que entra por la ventana.
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En vista de las votaciones escribiré más extractos de la novela :)
Gracias por votar, me animáis a seguir escribiendo.
Un besito a todos.

13 comentarios:

  1. ahora no importa el porvenir..



    pobre señorita, pobre señor (porque ahora lo son)

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  2. Tendría que despedazar ese billete a Nueva Orleans en vez del corazón de Kate...

    Un besazo Julieta!

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  3. me encantó descubrirte volveré por mas ...........besos van

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  4. Me encanta, como siempre! como siempre siempre siempre

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  5. si, yo tambien escribo para 4 gatos.. :) xDD
    tu ya sabes que me encanta esta historia y tu forma de escribirla :)

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  6. Gracias por pasar sos una de las mas jovenes bloggers que tengo,,, te felicito por tus escritos no te pierdas
    besos

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  7. ¡Precioso! Me encantó tu blog. Vuelvo por aquí y te espero por el mío

    bsss

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  8. hola July,

    que tal? muy bueno texto.
    me encanta tu blog, también...
    abzs,

    Gus

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  9. me engancho tu texto, volvere por aqui

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  10. Encontré estas historias de casualidad navegando por los seguidores de los seguidores de blogs... y me encantaron varios de tus textos. Prometes.
    Eso sí, una pena que no pueda ser su príncipe... o nada, ya que marcharse y volver y marcharse de nuevo... no dejan oportunidad para la pobre princesita.

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  11. Encontre una respuesta tuya en "el amanecer sera en noviembre" que me parecio absolutamente genial (la del color de los ojos).

    Y aqui me tienes, a fisgar.

    "Tengo dos entradas para el parque de atracciones y sólo un billete a Nueva Orleans."

    Es una manera estupenda de decirlo.

    Tendre que volver por aqui (siempre vuelvo a los sitios que me producen placer).

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  12. La gaviota visita el puerto y la ve sentada bajo la lluvia escribiendo novelas, seres alternativos de su alma alternativa. Y respira, la ve ocupada con su pelo rubio y sus ojos verdes atareados en la tarea de escribir...

    Ha dejado la ciudad y ahora tiene las letras. Pero todo sigue luminoso, como antes, como siempre.

    besos azules de mar verde
    Druida

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  13. Lo importante es escribir lo que sientes y cuando lo sientes... el resto es secundario... Como siempre me ha encantado el post!!!

    besotes de esta peke.

    pd. te espero por mi rincon con una taza de cafe, si gustas....

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