Y quizá me encierre a vivir contigo, debajo del edredón.

(:

martes, 12 de mayo de 2009

Escápate conmigo. Evadámonos. Sálvame. Tú.

Katie sonreía, por primera vez en días. Y Jake tarareaba algo que pretendía ser una canción.
Paseaban juntos, como siempre, por los alrededores del colegio. Pero esta vez estaban solos, pues todos los demás ya estaban en sus asientos con los libros sobre la mesa. Pero ellos no.
Ese día se habían fugado de otra clase.

-Si no te callas pronto prometo que voy a meterte un calcetín en la boca.
-¿Limpio?
-No quieras saber la respuesta.
-Vale.

Jake sacó distraídamente su ipod blanco y comenzó a sonar una melodía que ella ya conocía. Se había acostumbrado al peculiar gusto musical de Jake, e incluso había hecho suyas algunas de sus canciones.
Se paró un momento a observar a su compañero, con esa forma descuidada de llevar su cabello cobrizo, siempre despeinado por el aire, y esa sorprendente capacidad de convertir el uniforme del colegio en una prenda de lo más casual.

-Tú madre es modelo de revista, ¿no Jake?
-Eso dice ella.
-Pues deberías aprender un poco de ella y llevar la ropa de una forma un poco más normal y lógica. Que eso es un colegio, no un parque.
-Pues yo veo mucha hierba. Y pocos libros.

Por muy descuidada que fuera su apariencia le era difícil esconder su figura esbelta y los bellos rasgos felinos de su madre. Lo que más le llamó siempre la atención a Katie, aunque nunca había reparado a fijarse mucho en ello, era la profundidad de esa mirada gatuna de color esmeralda.

-Será que tú y yo no tenemos la misma lógica.
-O que vivimos en mundos distintos.
-No, de hecho pienso que somos las dos únicas personas cuerdas de toda esta escuela.
-¿Por eso siempre andas pegado a mí?
-¿Perdona? Eres tú la que siempre me sigue a todos lados.
-¿Qué? Sabes bien que no es así. Siempre nos tropezamos y al final acabas llendo hacia la misma dirección que yo...
-Siempre te tropiezas. Porque eres una patosa y además no tienes sentido de la orientación. Eres lo que yo llamo un desastre, por eso tengo que acompañarte siempre, para que no te desgracies por ahí.
-Ah. Perdona por ser tan inútil y no agradecerte lo suficiente tooodo lo que haces por mí. ¡Oh, salvador mío! -Jake rió entre dientes.
-Tanta ironía en un cuerpo tan pequeño tiene que ser malo.

Katie le sacó la lengua y fue directa a tumbarse al claro de hierba donde siempre descansaban cuando se fugaban la clase de Historia. Las flores del rosal de alrededor eran lo suficientemente altas para taparles, y el canto de los pájaros lo suficientemente alto para el tono de sus peleas matutinas.
Katie cerró los ojos y dejó que el sol perforase todos los poros de su cuerpo, y se le colara por entre la ropa. Quería que ese calor le taladrase el corazón y le secase los resquicios de las lágrimas que aún quedaban en su corazón roto.

-¿Aún sigues pensando en él? -Preguntó Jake mientras se sentaba a su lado, y sin esperar respuesta sacó un par de cigarrillos de su tabaco Francés.
-No es que piense o no piense. Es que el aire de Primavera me recuerda a él, y también la brisa y los pájaros. Todo lo que me rodea me desgarra el alma a recuerdos.
Todo... menos tú.

A estas alturas de la conversación Jake se había tumbado a su lado y mantenía sus ojos verdes cerrados, acompasando cada calada al sonido de la voz de Katie.

-Quiero que cantes para mí.
-¿Qué? -Sorprendida, Katie abrió los ojos y le miró. Jake no se movió ni abrió los ojos.
-Que cantes. Aquí y ahora. Cualquier cosa. Lo que sea.
-...
-Es por tu voz, ¿vale? Adoro tu jodida puta voz. Es dulce. Es preciosa. Una maravilla auditiva. ¿Estás contenta? Ahora cánta Katie. Canta para mí.

Katie sintió que perdía el aliento. Era la primera vez que un chico le decía que su voz era preciosa. Había tocado su punto débil, y estaba ahí, tan tranquilo, sin siquiera inmutarse, mientras las mejillas de ella se asemejaban al color de los tomates de huerta.

Y comenzó a sonar una deliciosa melodía.
Y se consumió el cigarrillo y el sonido aún seguía.
Y los pájaros enmudecieron para dejar pista libre a la sirena.
Y las lágrimas de ella se secaron, y a la vez las de él se volveron tierra.
***
*
*
-Así. Eso es. Canta Katie. Canta sólo para mí...
Bendigo el día en el que te tropezaste conmigo.
*
Pero Katie nunca llegó a oír esa frase.
Y el timbre de la clase sonó, despertándoles a ambos de su efímero momento de felicidad.
Y levantándose a toda prisa, se dirigieron hacia su próxima clase.
~ Porque has llegado en el
momento exacto.
Y me has
salvado.
Y no sé como agradecertelo si no
es con letras.
No es sólo que me lo pida el
cuerpo a gritos.
Es que sino, no se me ocurre de
qué escribir.

15 comentarios:

  1. Osea que era un sueñoooooo.

    Cachis en la mar. Me lo tragué totalmente.

    Un besito muy fuerteeeee.

    ResponderEliminar
  2. "Bendigo el día en que te tropezaste conmigo"...

    Mi niña, estoy convencido de que eso lo piensan cientos de chicos cada día cuando se cruzan contigo.

    Tus textos, como siempre, extraordinarios...

    ...y... mi querida Julieta... que sepas que te echo de menos.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Qué entretenido... me muero de curiosidad por saber qué cantó ella, para producir esa sesación en todo lo de los alrededores.
    Me gusta la forma de ser del chico, con su perfección física, pero con una actitud rebelde. Que se escape de clase con ella y fume un cigarrillo, nada más y nada menos que francés, es fantástico, demuestra que tiene estilo, le has creado una personalidad muy definida.

    ¿Realmente no ocurrió? Yo he entendido que sonó el timbre y no pudo oír las palabras del chico, y despertó del sueño, porque tenían que volver a clase, a la realidad.
    Pero, por lo que dice Ana era un sueño... ¿quién lo ha interpretado bien?

    En fin, me gustó mucho, un saludo.

    V

    ResponderEliminar
  4. Benditos sean los tropiezos y bentita la magia del destino y la casualidad que llevan a cabo ese encuentro!!
    Me encanta, realemente me encanta este texto...
    Es...especial, diferente a los demás... No sé, pero es realmente genial.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  5. Sí, si que ocurrió (:

    Se oye el timbre desde dentro del edificio, y ellos que están fuera, lo oyen.

    Pero no fue un sueño ^^

    Un besito a todos.

    ResponderEliminar
  6. y ansiosos esperarían a la próxima hora de historia de la que fugarse, y volver a salvarse.


    si alguien me dijese que adora mi jodida voz, yo también me derretiría :)

    precioso fragmento, Juliet! un besazo!

    ResponderEliminar
  7. Si este texto es diferente a los demás, y por diferente me refiero mucho mejor; andas progresando, te felicito. Suerte.
    PD: te seguiré.

    ResponderEliminar
  8. ^^fue un fragmento realmente encantador, grandioso. ^^

    ResponderEliminar
  9. ains me ha encantado de verdad!! jajaj me encanta el... le pide que cane y es lo mas bonito!! mucos regalices!!^^

    ResponderEliminar
  10. OH DIOS
    Me encanta :)
    De verdad es genial, diferente
    me encanta como haces que jake sea tan insoportable y encantador a la vez :)

    ResponderEliminar
  11. para qué más??
    acabas de crear un texto perfecto :)


    sólo dale una canción, una sonrisa o una mirada...

    ResponderEliminar
  12. Mi sirena y su canto, ¿Cómo podría ser de otra manera? Si los barcos desvían su mirada cuando pasas, los pajaros confunden su norte migratorio cuando te escuchan, y la noche se atolondra con su luna tibia en el sendero de tu voz...

    Me gusta Jake, sólo que me da pena un poco su lugar, es como una pequeña isla en mitad del naufragio: te salva de la momentánea desesperación, pero es muy pequeña y se recorre muy rapido. Pero es un buen punto de reparo, en la inmensidad del mar, hasta que venga el barco que te lleve a puerto continente, ese que se recorre en mil caminos y enamora para siempre.

    besos desde el mar...

    ResponderEliminar
  13. Joder, Julia, Joder (L)

    El cuerpo humano con cuerpo humano es la mejor manera de escribirse uno a otro. Eso sí que es poesía, hostia.

    ResponderEliminar
  14. Tus textos son siempre extraordinarios... y salvame....

    besotes de esta peke.

    pd: te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, si gustas...

    ResponderEliminar
  15. Vuelvo por tu casa a releerte y a decirte que me encanta como escribes...

    besotes de esta peke.

    pd: te espero como siempre por mi rincon con tu taza de cafe caliente, si gustas...

    ResponderEliminar