Por supuesto,
en el mundo quien mejor me conoce eres tú.
Las carencias de sentido y las atipicidades,
nuestra especialidad es encontrar lo que otros ni siquiera notarían.
Y mientras tu mano me recorre con un grito la consciencia,
me temo querido, que te condeno a cadena perpertua en mis caderas,
y doscientas primaveras escuchándote reír.
Como la sensación de velocidad.
Como la verdad en tus pupilas.
Como lo que siempre imaginé,
que me correspondía.
La niña que nunca se atrevía a hablar.
La que aprendió de ti,
a quererse y a adorarte.
La que aprendió de ti,
a quererse y a adorarte.
Precioso :)
ResponderEliminarLovely(:
ResponderEliminarQue cosa tan preciosa!
Besos!
que condena tan bonita en las caderas...
ResponderEliminarUsted luz como siempre (:
ResponderEliminarSaludos linda
La niña que nunca se atrevía a hablar.
ResponderEliminarLa que aprendió de ti,
a quererse y a adorarte.
Me encantoooo :)
Te espero por mi blog, tenes un premio :).
Saludos, que tengas un buen dia
(:
ResponderEliminarPrimaveras vienen a sonreírnos con cosas como éstas.